No sólo es conocida la obsesión por inculcar a la mujer el «derecho» a decidir sobre la vida que lleva dentro, del todo independiente a ella, que ha vuelto a repetir la consigna, consiguiendo alzar la voz de médicos y asociaciones provida.

Obviando que el padre, es parte fundamental y debe decidir también por su hijo.

 

También ha hecho levantar la voz de las diferentes asociaciones de la Policía Nacional y Guardia Civil, al imponer un curso de «formación» a las mujeres policía de Sevilla, basándose en la falsa noticia del pasado febrero, donde una mujer decía haber sido abusada sexualmente, por varios policías.

 

    Este ministerio que dirige, sólo sirve para separar al máximo al hombre de la mujer. Dónde la «mujer», haga lo que haga y diga lo que diga, va a quedar totalmente impune