LA COSA ESTÁ MUY NEGRA

NEGRO TITULO QUE IDENTIFICA A UN OSCURO PRESIDENTE

A mediados del mes de septiembre de 2005, el entonces presidente del Gobierno de España, tuvo a bien dirigirse a los representantes del pueblo español y por lo tanto a los españoles sobre nuestra presencia en Afganistán, con tan solo más de un mes de retraso. Ni que decir tiene, que el maestro de Pedro Sánchez en esto de no contar la verdad estuvo sembrado, como era habitual en él. Una realidad, como era el que los soldados españoles estaban en Afganistán bajo las órdenes de los norteamericanos y para hacer lo que ellos mandasen, la consiguió convertir, con el aplauso de los mismos que habían aprobado leyes tan aberrantes como la Ley de Género y otras que vendrían después, en un triunfo de “su democracia” , esa democracia para el pueblo, pero sin el pueblo.

Tanto el ministro Bono, el mismo que inició y presidió el desfile de los diecisiete ataúdes de los soldados muertos, hace hoy dieciséis años en la Base de Herat, hasta los aviones que les llevarían a España y que luego bajo “el manto real” de Juan Carlos fueron despedidos con un homenaje de Estado en el Cuartel General del Ejército en Cibeles. Y decíamos de Bono, que después de, en un primer momento informar de que dos helicópteros españoles habían sido derribados en Afganistán, cambió su versión, en horas veinticuatro, a lo de siempre, o sea que la culpa del “accidente” la tenía el piloto muerto del helicóptero que prácticamente quedó reducido a la nada tras su explosión.

Mientras su jefe de filas, el inefable Zapatero se permitía decir y está en el diario de sesiones de aquel nefasto día que: …//… Los españoles estaban en Afganistán para llevarle el agua a los afganos…//… No nos queda más remedio que aclarar algunos puntos al señor Zapatero.

Pero de qué derribo o accidente estamos hablando; Pues lo mejor es refrescar nuestra memoria: El 16 de agosto de 2005, dos helicópteros españoles, que volaban desde Herat a una posición norteamericana próxima a Farah, tuvieron un incidente. Inicialmente, el Ministerio de Defensa anunció que habían sido derribados, posteriormente la versión fue cambiando hasta que cambió de forma radical horas después, a lo que finalmente fue la versión oficial, como siempre hay una versión oficial, esta decía que se había producido un accidente al volar demasiado juntos ambos helicópteros, provocando la total destrucción de uno que estalló en el aire, causando la muerte de todos sus ocupantes, y el que el otro se estrellase, no existiendo ningún fallecimiento, pero sí resultando heridos todos sus ocupantes.

¿Que pintaban en Herat esos dos helicópteros?, pues mucho y poco a la vez. Poco, porque casi nadie sabía que allí estaban y, mucho, por lo que les contamos a continuación. Tras el ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001, una serie de acuerdos internacionales, de los que es uno de los promotores el entonces presidente Aznar, se inicia una Campaña Militar para conquistar la cueva de los terroristas de Al Qaeda, en Afganistán. Ya el 25 de enero de 2002, los primeros españoles llegan a Bagram, una ciudad, bueno lo que los afganos entienden por una ciudad, y nosotros entendíamos en el siglo XI por una ciudad, al norte de Kabul.

fotos

El “objetivo” español es montar un hospital de campaña, que atienda a los militares de la otan y realizar la misión de búsqueda y salvamento de combate (CSAR). Pero los americanos se dan cuenta rápidamente de que si bien los españoles son de lo mejor que hay con su hospital, carecen de medios adecuados y experiencia para volar con sus helicópteros en una zona de combate. Por lo que reubica a estos en la ruta fuera de Afganistán que hacen los aviones en Kirguistán y Tayikistán.

Llega el 11M y la colaboración, como amigo preferente entre USA y España desaparece. La Dinamita un nuevo gobierno de izquierdas en España, que retira a los soldados españoles de Iraq y Afganistán. Este tema no gusta a Washington que recuerda al gobierno español, que hay que cumplir los acuerdos que se firman. Y asigna a España la Provincia Afgana de Qala e Now, el equivalente a “Las Hurdes españolas en 1920”, pero en un país que está en el siglo XI, Afganistán.
También, le asigna la construcción y mantenimiento, conjuntamente con Italia de una Base en Herat. Todo esto oficialmente, pero Zapatero y Bono se resisten, alegando que no tienen medios y que no tenemos helicópteros para hacerlo, pues los que tenemos no pasan la ITV de estos aparatos.
Eso a los americanos les suena tan mal, que responden que si no tenemos helicópteros lo hagamos andando. Finalmente, se envía un contingente, con material recién comprado, para justificar la tontería anterior.

Los norteamericanos nos asignan otras misiones, que no se hacen públicas, como “hacer la guardia de garitas” de sus bases, incluso fuera de Herat. Ya no somos un socio preferente. Y los relevos de esos servicios se hacen con helicópteros, pero pasando sobre las rutas de la droga, Afganistán produce el 90% del opio mundial. Lo que no gusta a los traficantes, que compran 18 misiles tierra-aire en Irán. Los servicios secretos lo avisan, pero un mes después es el fatídico 16 de agosto.

El dieciséis de agosto, dos helicópteros españoles con 34 hombres vuelan desde Herat hacia el sur.
Su misión es relevar a otros españoles que están haciendo guardia de garitas de una base norteamericana cerca de Farah. Tres rutas principales tienen los traficantes de opio en Afganistán para exportar su mercancía: Hacia Tayikistán, al norte, hacia Pakistán, al sur y hacia Irán- Turkmenistán al Oeste. Si ustedes miran el mapa, los helicópteros españoles tenían que pasar por encima de algún camino de aquellos tarde o temprano.

Aquel dieciséis de agosto en vuelo táctico (o sea casi a ras de suelo) seguían el cauce seco de un río en dirección sur. La distancia de uno a otro es de apenas 25 metros. De repente el líder (el que va delante estalla en miles de pedazos, excepto la cola que se desprende entera. El segundo helicóptero, pilotado por un experto suboficial gira bruscamente y se lanza a aterrizar entre los montículos que rodean la llanura del cauce seco que hace un momento seguían.

En las fotos tomadas con posterioridad se aprecia la forma de media luna de la explosión reflejada en el suelo, propia de una explosión direccionada y no normal, que sería lobulada y como tal se reflejaría en el suelo. El segundo helicóptero está encastrado entre los montículos laterales y protegido de cualquier ataque posterior.

Finalmente, recordar que en el informe oficial y de la declaración del piloto que se salva con el área confinada, este dice: íbamos en formación (la distancia suele ser dos veces el tamaño del helicóptero) haciendo vuelo táctico, es decir a poca distancia del suelo y al descrestar (pasar lo alto de un monte) perdí durante unos segundos de vista a mi líder (el que iba delante).

Hay una pequeña pega a lo anterior, si bien hay pequeños montículos, de hecho entre esos montículos se mete el segundo helicóptero; en la trayectoria de ambos el monte más alto que hay es una barrera de piedra de un metro de alto. Aparte de que a más de 200 Km por hora, si hubiese un obstáculo y manteniendo una distancia un poco superior a la longitud de un helicóptero, los segundos, son una pequeña fracción de un segundo.

Para llevar el agua a los afganos, hay que reconocer que estos no son muy agradecidos, señor Bono y señor Zapatero. Pero claro es que los tubos con los que se llevaba el agua son los de las fotos. Y ahí lo dejo.

José Antonio Ruiz de la Hermosa