LA COSA ESTÁ MUY NEGRA

Trágico día de la Asunción de la Virgen

Ayer por la noche, día de la Asunción de la Virgen, estábamos en misa de 9 en la iglesia de El Molar, cuando unos gritos tremendos, que luego se convirtieron en alaridos y ruidos de critales rotos interrumpió la homilía del sacerdote. La gente miraba hacia la puerta, que manteníamos entreabierta por el calor y por el COVID, tratando de averiguar qué sucedía. Alguien entró y dijo al sacerdote que había una pelea en los soportales de la iglesia y que tenían navajas.
 
El sacerdote le dijo que por favor llamase a la Policía Municipal, una señora cerró la puerta y allí seguimos todos con nuestra celebración. Al salir, el suelo estaba cubierto de cristales rotos y en la plaza vimos a una ambulancia, a la Guardia Civil y a policías. Todo había sucedido en una plaza llena de gente en las terrazas y en la puerta de la iglesia.
Se da la circunstancia que ayer mismo se celebraba una rifa parroquial para recaudar fondos para colocar una verja en el pórtico de la entrada y poder cerrar el lugar, ya que se ha convertido en una zona dónde se hace botellón por las noches y a la mañana siguiente aparece lleno de basura, restos de orín, vómitos…. 
 
Si, es absolutamente necesario proteger una iglesia del siglo XVI de estos vándalos, pero sobre todo es imprescindible que se vaya al origen del problema: la inseguridad que éstos grupos de indeseables originan en nuestro pueblo. Cuando la educación y el respeto no se conocen, hace falta que las autoridades tomen cartas en el asunto y protejan la seguridad y las propiedades de los ciudadanos.
 
Adela Palomino.