LA COSA ESTÁ MUY NEGRA

HAZ LO QUE YO DIGA, PERO NO LO QUE YO HAGA

Al ministro del interior Fernando Grande-Marlaska, la Audiencia Nacional le solicitó en un plazo de 24 horas que confirmara si dio la orden de retorno de menores desde Ceuta a Marruecos.

A su vez, la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado, presentó un recurso por vulneración de los derechos fundamentales por la instrucción de interior que defiende la devolución de menores desde Ceuta a Marruecos. Otros denunciantes como la ONU, el defensor del pueblo, organizadores, varios partidos políticos y hasta ministras del mismo ejecutivo reclaman que se suspendan cautelarmente esos retornos.

Sin embargo, Grande-Marlaska en una entrevista concedida en el día de ayer, decía sentirse “tranquilo” porque esos retornos están cubiertos en el acuerdo firmado en el año 2007 entre Marruecos y España sobre inmigración de menores. Según comentaba, consistía en un “acto coordinado” de diferentes administraciones en el que no “había riesgo para los menores”.

Una juez de Ceuta aceptó las medidas cautelares, y horas después se exigía presencia de representación jurídica de menores, los cuales denunciaron su traslado a la frontera por la policía al ser una detención ilegal.

Después de los sucesos acontecidos que son una realidad, ¿ahora que hacemos los españoles, una vez más miramos para otro lado?, ¿aplaudimos porque todo lo que hace este desgobierno está bien hecho?. Recordemos que meses atrás para ser más exactos el pasado mes de mayo, llegaron en masa inmigrantes menores a territorio español. El presidente del partido político Vox Santiago Abascal lo calificó como una “invasión”, y expresó que las devoluciones se debían hacer en “caliente, templado o frío”. Esta posición de Vox, una vez más como en tantas ocasiones, sirvió a los partidos de la izquierda para atacarlos aprovechando la ocasión.

Parece ser que algunos partidos políticos pueden decir, desdecir, hacer y deshacer. En cambio, otros partidos precisamente los que no comulgan con el gobierno, sin más tienen que estar calladitos y sumisos. Con este proceder del ministro del interior, el gobierno ha demostrado que el refranero español no se equivoca: “Haz lo que yo diga, pero no lo que yo haga”.

Rocío Cicuéndez Capelo