LA COSA ESTÁ MUY NEGRA

Ilustración

Francisco Hernández

Pionero de la investigación de la naturaleza en América

Introducción

Resulta difícil relatar en pocos minutos la historia del personaje que hoy nos ocupa, pero vamos a intentarlo.

Vamos a ponernos en el contexto histórico. Nos hallamos en la corte de Felipe II. Las ciencias experimentan en toda Europa un fuerte desarrollo, en el que el reino de España juega un papel esencial, pues la ciencia española de los siglos XVI y XVII estaba a la cabeza de Europa.

No obstante, de todas las disciplinas científicas, son las ciencias naturales, entre ellas la botánica y la zoología, las que han tenido un menor desarrollo científico. Desde Aristóteles y sobre todo desde Plinio el Viejo con su obra Historia Natural, la botánica y la zoología no habían avanzado en la clasificación científica.
Sería un médico toledano, Francisco Hernández, el encargado de acometer el estudio y clasificación de la naturaleza del Nuevo Mundo.

La expedición de Francisco Hernández supuso una hazaña científica excepcional y constituyó la primera gran investigación sobre la naturaleza en América y el primer estudio científico moderno.

Ilustración
Francisco Hernández

Nace en la Puebla de Montalbán (Toledo) en 1514 y cursa estudios de medicina en la Universidad de Alcalá de Henares. Ejerce la medicina en Toledo y Sevilla y conoce entre otras grandes personalidades de la medicina, al médico de Carlos I y de su sucesor Felipe II, el belga Andrés Vesalio, considerado el padre de la anatomía moderna. En 1560 Hernández entra en la escuela médica del Monasterio de Guadalupe, el conocido como Protomedicato, dónde se formaban los grandes médicos del reino. Años más tarde, en 1567, es nombrado médico de cámara del rey Felipe II.

La medicina en el siglo XVI

En el siglo XVI la ciencia médica estaba aún anclada en la Edad Media, muy influenciada por Dioscórides, que funcionaba a base de remedios preparados en botica en forma de jarabes, píldoras, ungüentos y emplastes, son olvidar las conocidas sangrías.

Ilustración histórica
El papel de Francisco Hernández como médico en la corte de Felipe II

Hernández se ocupa del jardín botánico de los hospitales de Guadalupe y estudia la flora y fauna de varias comarcas andaluzas y extremeñas.

Francisco Hernández había atesorado amplios conocimientos en numerosas disciplinas científicas como medicina, botánica, mineralogía, geología y dominaba las lenguas clásicas.

Felipe II y Francisco Hernández

Felipe II era un hombre prematuramente envejecido y con muchas dolencias. Había mandado construir en El Escorial bajo su directa supervisión, el mayor laboratorio de destilación de plantas medicinales del mundo, a la espera de nuevas plantas y principios medicinales del Nuevo Mundo.
El monarca, conocedor de la erudición de Hernández, le nombra Protomédico de las Indias y le propone la aventura de América para estudiar su naturaleza.

Principales motivos de la expedición

La principal misión de Hernández era aplicar sus vastos conocimientos en la búsqueda de nuevas especies de plantas utilizadas por los indígenas en la curación de enfermedades y su envío a España. También el estudio de otras plantas y animales. En definitiva, escribir una “Historia Natural» del extensísimo territorio que constituía el Virreinato de la Nueva España.

El monarca puso a disposición de Hernández importantes recursos humanos y materiales. Acompañaron a Hernández su hijo Juan, un asistente, un técnico y un amplio equipo de médicos, botánicos, dibujantes y escribanos.
Este gran proyecto personal de Felipe II es considerado como la primera expedición científica de la Edad Moderna.

Partida de los expedicionarios de España

La expedición partió de Sevilla en agosto de 1570 y tras seis meses de navegación arribaron al puerto de Veracruz. Se dedica entonces a recoger muestras de animales y plantas, con un especial interés por aquellas con propiedades medicinales utilizadas por los nativos. Durante ocho años de intensa dedicación, recorre todos los territorios del actual Méjico, tomando como base la ciudad de Méjico.

Manuscrito
Resultados de la expedición

Hernández es un científico sobresaliente y utiliza un método de investigación científica entonces innovador y que sería seguido por otros científicos durante siglos. Este método se basa en un sistema de fichas sobre cada especie animal, vegetal y mineral, acompañadas de detallados dibujos.
Este método de trabajo le permitió recopilar información por correo de los lugares más remotos del Virreinato. Fueron años en los que un equipo de especialistas recorría los territorios de la Nueva España a la búsqueda de plantas, animales y minerales.
El resultado de tantos años de trabajo científico fue la recopilación de una impresionante información científica de la historia natural de estas tierras.

Todo ello se plasmó en 22 volúmenes escritos en latín, que convirtieron esta obra en la más importante enciclopedia natural del mundo de la época. En ella se describen más de 3.000 especies vegetales, algunas de las cuales son introducidas por primera vez en Europa como el cacao, tomate, tabaco, maíz, papaya, piña por poner un ejemplo de las más conocidas actualmente. También describe más de 400 animales de la fauna mexicana y 35 minerales.

Hernández se convierte en la principal referencia de los naturalistas europeos y de las Reales Expediciones Botánicas que se emprenderían varios siglos más tarde (siglo XVIII).
A su regreso a España comienza la traducción de su magna obra al náhuatl, la principal lengua de los mejicanos y aztecas.

Fallece en 1587 y su obra queda en la biblioteca del Escorial. Esta obra tuvo gran influencia en los ambientes científicos de la época, siendo conocida por científicos de la talla de José Acosta, Della Porta, Aldrovandi y Clusio. Otros muchos como Ray, Jussieu, Tournefort e incluso Linneo reprodujeron muchos fragmentos escritos por el naturalista español en sus obras.

Para finalizar, unas palabras de la primera descripción de los volúmenes de Hernández José de Sigüenza, bibliotecario del Escorial de Felipe II, en su Historia de la Orden de San Gerónimo escrita en 1605:

“Hay una curiosidad de gran estima, digna del ánimo y grandeza del fundador de esta librería. Esta es la historia de todos los animales y plantas que se han podido ver en las Indias Occidentales, con sus mismos nativos colores. El mismo color que el árbol y la yerba tiene, en raíz, tronco, ramas, hojas, flores, frutos. El que tiene el caimán, el araña, la culebra, la serpiente, el conejo, el perro y peces con sus escamas; las hermosísimas plumas de tantas diferencias de aves, los pies y el pico … cosa que tiene sumo deleite y variedad en mirarse, y no pequeño fruto para los que tienen por oficio considerar la naturaleza, y lo que Dios ha criado para medicina del hombre, y las obras de la naturaleza tan varias y admirables”.

Javier Rueda Laorga

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