LA COSA ESTÁ MUY NEGRA

EL BARRIO DE PROSPERIDAD DICE ADIÓS A ESTEBAN

El comerciante más activo, un hombre muy implicado en los problemas y necesidades del barrio.

El sector hostelero está de luto. Y, por desgracia, esta vez de verdad. Las medidas restrictivas impuestas por el Gobierno y la Comunidad de Madrid, han ubicado en la peor de las situaciones económicas a la mayoría de los comerciantes y hosteleros de Madrid. El cierre de los negocios en aras de un estado de alarma ya declarado inconstitucional, las medidas restrictivas, los ERTES …todo ello ha derivado en una situación de precariedad económica rematado por la desproporcionada e indecente subida de la factura de la luz. Algunos hosteleros, no han podido con esta situación y han tirado la toalla al no poder seguir afrontando las facturas . Hablamos de profesionales con negocios de varias generaciones a sus espaldas. La base de nuestro tejido empresarial y social.
Sin dejar atrás el triste final del conocido hostelero Alfredo Rodríguez de El Brillante, famoso por sus bocadillos de calamares, ,hoy tenemos que hablar, por desgracia y con la sana intención de rendir un cariñoso homenaje, de nuestro vecino Esteban Fernández Martín, el “pastelero de la Prospe”.

Esteban era un emblema del barrio, una referencia. Su Pastelería Valle Olid, en el número 6 de la calle Juan Bautista de Toledo, en el corazón de Prosperidad, es uno de los comercios más conocidos de la zona y durante el último mes, muchos vecinos descubrieron que habían perdido a su pastelero más querido.

Esteban, que gestionó con éxito su pastelería de La Prospe en la cuarta generación de pasteleros de su familia, que se hizo cargo del establecimiento en los años cincuenta, convirtió a Valle de Olid, situada hasta hace poco en López de Hoyos 150 y hoy en Juan Bautista de Toledo 6, en todo un referente del barrio de Prosperidad como pastelería tradicional y de calidad. La crisis de la última década motivó el cambio. Otra crisis, la del coronavirus, la salvaba a duras penas.
Esteban Fernández falleció el domingo 5 de julio y el comercio avisaba con un sencillo cartel en la reja que cerraba por defunción. A partir de ahí, el cristal del local y la persiana se han llenado de flores y carteles para recordar a Esteban, para alabar su cercanía, para homenajear su trabajo durante tantos años, por regalar tantos sus dulces como su cariño.
Sus torrijas, roscones, Coronas de la Almudena, sus buñuelos y sus huesos de santo eran conocidos por todos gracias a Esteban, que ideó las roscas especiales de la Virgen del Carmen, con una tonalidad morada que homenajea el color de la capa de la patrona de Prosperidad.
Durante la campaña de Navidad eran habituales las colas a la puerta de su pastelería para acceder a ella y poder disfrutar de uno de los mejores roscones de reyes de todo Madrid. Y ahí estaba Esteban con unos chupitos para amenizar la espera a la gente
Sus escaparates eran acordes con la calidad de sus productos, ya que variaba constantemente su decoración con nuevas ideas en función de la época del año o de las siguientes festividades
La pastelería se encuentra cerrada. En ella se mantienen los mensajes de pésame, de dolor, de recuerdo. ‘Hasta siempre Esteban’ es el título de la cartulina más grande que se ha llenado de frases para recordar a un vecino querido, a un amigo. ‘Muchas historias aprendidas de tí’, ‘Dejas una huella imborrable’, ‘Tus vecinos de Prospe siempre te recordaremos’ o ‘Endulza el cielo como endulzaste la Tierra’ son algunos de los textos que se pueden leer. En la firma… Elena, Lucía, Jesús, Adrián, María, Santi, Vicente… y así decenas y decenas de vecinos que han querido así rendir homenaje a Esteban.
Entre los mensajes, alguna foto del pastelero. Una le delata como un experto en roscones. Rey de Prosperidad en Navidad por hacer con tanto cariño uno de los dulces más típicos de las fiestas. No solo era el sabor de los mismos, sino el olor que atraía a cualquiera que pasaba cerca de Valle Olid. Antes del día de Reyes Magos, era habitual ver filas de personas esperando a conseguir su roscón.

No solo era un pastelero de barrio, sino también uno de los comerciantes más activos de Prosperidad. Vicepresidente de Comerciantes de Chamartín, fue uno de los fundadores de la Asociación de Comerciantes de Prosperidad y ‘La Prospe’, Asociación de Vecinos de Prosperidad. También fue el tesorero de la Asociación de Pasteleros de Madrid. Era un hombre muy implicado en los problemas y necesidades del barrio y colaboraba con cualquier cuestión que se le plantease para mantenerlo activo. Todas las asociaciones han mostrado su pesar por su adiós.

El barrio aún no se lo cree. La reja bajada, la puerta cerrada, las flores y los carteles recuerdan que Esteban ya no está, ante la incredulidad de los vecinos que más le querían.


Adiós Esteban. Hasta siempre. Descansa en paz

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