Durante la segunda quincena de agosto, mientras los españoles disfrutábamos de las tan esperadas y hoy más merecidas que nunca vacaciones de verano, los telediarios de todo el país abrían sus emisiones con las impactantes imágenes del aeropuerto de Kabul en Afganistán, en medio de un caos de ciudadanos españoles, afganos y de otras nacionalidades, pidiendo ayuda internacional desesperados y con la esperanza de subir a uno de las decenas de aviones de transporte militar que despegaban una y otra vez de ese aeropuerto repletos de refugiados huyendo del régimen islamista de los talibanes.
Dentro de ese carrusel de vuelos humanitarios de evacuación, realizando aterrizajes y despegues con muy alto riesgo debido a la posibilidad de ser objetivo de algún misil stinger, de la artillería antiaérea o de un atentado en tierra, como desgraciadamente sucedió al final (con cerca de 200 fallecidos) estaban los nuestros, nuestros aviadores del Ejército de Aire, como no podía ser de otra manera.
A día de hoy, cualquier analista internacional y hasta los propios líderes políticos de la Alianza Atlántica declaran públicamente sin ningún tipo de disimulo, que Afganistán ha sido un rotundo fracaso político y diplomático después de 20 años de presencia allí. Pero no es este el objetivo de análisis de este artículo.
Sirvan las líneas que el lector podrá leer en los próximos párrafos, como reconocimiento a los hombres y mujeres de honor, espirítu de sacrificio, abnegación, entrega y espíritu de servicio a España, los que siempre estarán allí donde se les encomienda la misión, en pro de la seguridad y los intereses de España, los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas y FCSE, y en esta ocasión en especial a los miembros del Ejército del Aire (EdA).
La operación de aeroevacuación que ha desarrollado España en Kabul con el caballo de batalla del transporte aéreo militar mas avanzado tecnológicamente del que dispone nuestro país, el Airbus A-400M, ha servido entre otras cosas, para mostrar a la sociedad española y hacer visible en estos tiempos convulsos el carácter, vocación de servicio y de ayuda humanitaria al exterior y cooperación internacional que desarrolla el Ejército del Aire desde hace mas de medio siglo, desde 1955.
Las primeras misiones de ayuda humanitaria que llevó a cabo el EdA datan de mediados del siglo pasado, a partir de 1945, cuando se constituye la ONU (España entra a formar parte como miembro de la ONU en 1955). En aquellos años, organizaciones de cooperación internacional, como la OSCE, y países aliados solicitaban la ayuda de España para el transporte de alimentos, medicinas, personal y materiales varios con ocasión de desastres naturales o situaciones de crisis por inestabilidad política o conflictos sociales.
La solidaridad y espíritu de servicio del EdA ha llevado a nuestros y mujeres a desarrollar las mas variadas y arriesgadas misiones en Europa, Asia, África y América dentro del entorno OMP, Operaciones de Mantenimiento de la Paz. La unidad pionera de nuestras Fuerzas Armadas en realizar una misión internacional y destacamento bajo mandato de la ONU, fue el Ala 35 de la base aérea de Getafe, entre 1989 y 1992, con el despliegue de 8 aviones C-212 Aviocar en Namibia, en apoyo al Grupo de Asistencia de las Naciones Unidas para el Período Transitorio de Namibia (UNTAG) para supervisar las elecciones en Namibia en su independencia de Sudáfrica.
Pero fue en 1979 cuando el EdA realizaba lo que se considera el primer destacamento internacional de ayuda humanitaria y cooperación internacional, cuando se iniciaba el destacamento de 2 aviones C-212 “Aviocar” en Guinea Ecuatorial como consecuencia del acuerdo de colaboración entre España y ese país en materia de seguridad y defensa.
Por el camino hasta la actualidad, las unidades de transporte del EdA como el Ala 35, Ala 31, Grupo 45, etc., han llevado la solidaridad de España en misiones y a rincones tan dispares del planeta como Haití, el Chad, Ruanda, Irak, Centroamérica, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Turquía, México, Argelia, Indonesia, Mozambique, Zaire, Etiopía, Angola, etc.
MISIÓN KABUL.
La gran protagonista de esta misión de aeroevacuación sin precedentes de ciudadanos españoles y colaboradores afganos en Afganistan, ha sido el Ala 31 de Zaragoza y su avión, el Airbus A-400M.
Hasta 4 aviones A-400M españoles y mas de 170 efectivos, de los cuales 142 han sido del EdA, han participado en la misión NEO (Non-Combatant Evacuation Operation), que se desarrolló entre el 18 y el 27 de agosto, ha informado el Ministerio de Defensa. Esta misión está considerada como la mayor operación de evacuación de la historia del EdA. Los números que arroja la misión realizada por nuestros aviadores en apenas 10 dias, denotan la exigencia y lo complicado de la planificación de este despliegue realizado en Afganistán:
Mas de 1900 personas evacuadas y 17 rotaciones o vuelos realizados por el A-400M (vuelos en la ruta Kabul-Dubái-Kabul) y jornadas en algunos días que se acercaban a las 20 horas, en coordinación con la compañía aérea Air Europa que participó en el transporte de los evacuados entre Dubái y la base aérea de Torrejón de Ardoz en Madrid, con un total de 10 vuelos realizados con Boeing B-787 Dreamliner.
Especial mención merecen los efectivos de las unidades de élite que participaron en el despliegue: Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA), 13 miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y siete de la Unidad de Intervención Policial (UIP).
Para todos ellos, sirva este breve artículo de reconocimiento por su inquebrantable sentido del deber, valor y servicio a España. Afortunadamente, todos pudieron volver sanos y salvos con sus familias y como se dice en el argot militar, con la íntima satisfacción del deber cumplido.
A todos…¡bienvenidos a casa!
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