Y como tantas veces, los jóvenes españoles dando ejemplo de valentía, los alumnos grabaron las barbaridades. A raíz de ello, se interpuso una denuncia por parte del juez Francisco Serrano en el Juzgado de Guardia de Sevilla y como acusación particular, se presentó en la causa la Asociación Canaria de Padres de Alumnos por el Respeto (Acapar). Dos años después de lo ocurrido, la magistrada ha decidido elevarla a procedimiento abreviado, imputando a la profesora por un posible delito de odio.

Grandes noticias!!

Con la denuncia de ACAPAR, la juez ha decidido elevar a procedimiento abreviado, las diligencias previas que se siguen contra la profesora Aurelia Vera, imputándola por un delito del artículo 510 del código penal.

Los padres estamos muy contentos!
💪👏🏻👏🏻👏🏻 pic.twitter.com/imW3bBLfvU

— Asoc. Canaria Padres de Alumnos por el Respeto (@ACAPAR2) September 6, 2021

Cuando tuvo conocimiento de los hechos, y a petición de los padres, la asociación HazteOir.org, difundió públicamente la “reprobable conducta” de esta profesora en una campaña que -subraya- “recibió más de 22.000 firmas que pedían a la Consejería regional de Educación que tomara cartas en el asunto”. Y para más inri, comentaban el grupo de padres que esta profesora no impartía adecuadamente su materia. Sino que, y queda cada vez más claro, que a lo que se dedicaba era a impartir ideología y no conocimiento de Lengua Castellana porque intentaba meter su lengua viperina en el cerebro de los alumnos. ¿Cuántas veces ocurrirá esto en los Colegios, Institutos y Universidades españolas?
Todo docente tiene una serie de deberes que debe de cumplir al ejercer su profesión:
-Cumplir con eficacia las exigencias técnicas relativas a los procesos de aprendizaje y su pogramación.
-Planear el trabajo docente. Tiene que organizar la estructura de sus clases para dar el máximo aprovechamiento a la formación de los alumnos y disminuir los conflictos que puedan surgir en clase.
-Orientar los estudios. Debe de preocuparse por saber dónde, qué y cómo pueden estudiar sus alumnos.
–Respetar al alumno. Nunca debe de humillarlos y debe de respetar a sus alumnos como personas y no como individuos o simples números.
-Reconocer el esfuerzo de sus alumnos y no solamente sus éxitos.
–Propiciar una buena relación entre docentes y alumnos, ya que es un aspecto clave para el buen funcionamiento de las clases. El profesor debe intentar conectar con sus alumnos.
-Inculcar sentimientos de trabajo en equipo. Hay que tener en cuenta que el éxito de todos depende de la cooperación de cada uno.
-Despertar la motivación interna del alumno por el aprendizaje. Para ello, debe de preparar con esmero las clases y material didáctico con el fin de favorecer el aprendizaje.
-Vivir los valores que se quieren transmitir. Un educador debe de tener valores deseables y actitudes adecuadas como forma de vida, para que éstas sensibilicen al alumno por medio del ejemplo.

Un profesor debe enseñar a dudar, a hacer planteamientos lógicos. Debe respetar la libertad, la integridad de cada alumno y queda claro que debe dejar su ideología en su casa, bien encerrada en un cajón. Y sino, que abandone toda posibilidad de enseñar a los hijos de otras personas.
Justo hoy, ha presentado Vox un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley Herodes que quiere instruir a nuestros niños en ideología de género, ataca la presunción de inocencia de los padres y destruye el Estado de Derecho. “Dejad en paz a los niños.” Exclamaba hoy Santiago Abascal:

https://twitter.com/Santi_ABASCAL/status/1435223580862820353?s=19

Y también hoy, Vox Pontevedra reclamaba más educación libre de ideologías y garantías para que esto sea un hecho:

Educación familiar de verdad. Fuera de ideologías. El respeto a la vida.
Hungría descendió el número de abortos con políticas reales fijadas a bajar los impuestos a las familias como proponemos. Ayudas a tener, no a matar.#SóloQuedaVox#SíALaVida
Vídeo vía @espanoldeferrol pic.twitter.com/m2G4acp9cz

— VOX Pontevedra (@VoxPontevedra) September 7, 2021

¡Quitad las sucias manos de nuestros hijos de una vez! ¡No son vuestra arcilla!

Decía Víctor Hugo que “el sentido común no es resultado de la educación” y esta individua que se estaba parasitando en el sistema educativo, ha conocido el significado de la misma. Sentido común de alumnos, padres y de ese porcentaje de la sociedad que no se quedará con los brazos cruzados mientras estos parásitos moldean a nuestros hijos a su semejanza para después tirarlos al suelo y partirlos en mil pedazos.
¿Dónde está el Defensor del Pueblo? ¿Y el del menor?

Leticia Barcia