El actual inquilino de la Moncloa, Pedro Sánchez Castejon, concedió ayer su primera entrevista en televisión, tras sus largas vacaciones. En los micros de la televisión Pública TVE, Sánchez ha repasado la situación económica, social y política del país. También y como era de esperar, el presidente abordó la evolución de la pandemia y los datos de vacunación. Muy eufórico por la evolución de la vacunación, Sánchez ha llegado a la conclusión de que, es un gran gesto de patriotismo, haber vacunado a los que no le votan.
«Aquí hemos vacunado a todo el mundo y no hemos preguntado ni su origen, ni sus creencias ni los que votan. Aquí lo que hemos hecho es un gran ejercicio de patriotismo y de fraternidad» aseguró.
Entre otros temas, el presidente del gobierno, habló de uno de los asuntos que preocupa y mucho a familias y autónomos: las sucesivas subidas históricas en la factura de la luz. Lejos de aportar soluciones reales para solucionar el problema y aliviar a los consumidores, Sanchez se ha dedicado a echar la culpa a los mercados internacionales y considera que se han estado tomando medidas aunque tal vez tarde.«¿Por qué no se tomaron antes estas medidas? Se han estado tomando. Una cosa es el recibo de la luz y el precio en los mercados internacionales porque poco o nada podemos hacer. Pero sí que podemos bajar los impuestos» ha aclarado.
La insinuación de Sánchez es clara, su gran gesto de patriotismo, por haber vacunado a los españoles que no le votan ni son de su partido, le honra, ya que siempre ha gobernado para sí mismo. El jefe del ejecutivo arranca el curso político en su línea, nada de autocrítica, sectario, prepotente y egocéntrico. No parece estar al tanto de los problemas reales que están golpeando a los que menos tienen, estos a los que prometió no dejar atrás. Sigue con su propaganda para mantenerse en el poder y cada vez cuida más de su imagen estética.
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