Carlos es un hombre de Yuncos que pide disfrutar de sus hijos. Un derecho del que se ha visto privado por una serie de denuncias hechas por la madre de sus dos hijas y por problemas burocráticos en los puntos de encuentro por parte de las consejerías desde hace más de un año. Y mientras espera, se encomendó al Apóstol que todo lo puede para que se haga justicia. Y de justicia es que un padre pueda ver y disfrutar de sus hijos y sus hijos de su padre.
Precisamente, ha sido esta injusticia la gasolina para alimentar el motor que serían sus hijas para recorrer el Camino de Santiago en busca de respuestas y como reclamación. Las leyes feministas están empeñadas en conseguir sus objetivos supremacistas dándole a la mujer todo poder y toda impunidad aunque la realidad es que las están volviendo más débiles y más dependientes de grupos feministas y del propio Estado. A la par, debilitando el Estado de Derecho.
“Un hombre no puede ser llamado culpable antes de la sentencia del juez, ni la sociedad puede quitarle la protección pública sino cuando se haya decidido que violó los pactos con los que aquella protección le fue acordada”. 1764 Cesare Beccaria La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), en su artículo 11 indica: “Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley en juicio público en el que se hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa”.
El artículo 14.2 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (1966): “Toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la ley”. Y en un ámbito más cercano, el artículo 6.2 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (1950): “Toda persona acusada de una infracción se presume inocente hasta que su culpabilidad haya sido legalmente declarada”.
Y el artículo 24 de la Constitución Española:Capítulo segundo. Derechos y libertades. Sección 1.ª De los derechos fundamentales y de las libertades públicas. Así mismo, se respalda el derecho de un hombre a declararse inocente y serlo, hasta que las pruebas demuestren que no lo es. Por lo tanto, no puede ser privado de sus derechos. ¿Alguien ha pensado en sus hijas? ¿Alguien les ha preguntado? Dime la verdad, Irene Montero, ¿lo haces por ti o por el resto de mujeres? En este caso, hay dos niñas afectadas. Ánimo a todos los padres e hijos que están sufriendo esta injusticia. Todo acaba por ser demostrado.
Leticia Barcia
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