La ministra de Igualdad Irene Montero, lleva a la práctica lo que hace poco consideraba «corrupción política»: colocar a los amigos en puestos de responsabilidad simplemente por ser amigos. Montero ha dado a conocer los nombres de sus tres nuevos fichajes en Igualdad, tres amigos de siempre con un currículum delictivo importante.
Isa Serra, condenada a 19 meses de cárcel por un delito de atentado y lesiones leves en una manifestación y, dos ex-concejales de Manuela Carmena, Sánchez Mato y Celia Mayer, actualmente en el banquillo de los acusados por un presunto delito de prevaricación y malversación de caudales públicos, serán los nuevos cargos de confianza de Montero en Igualdad.
Concretamente, Mayer ex-concejala en el Ayuntamiento de Madrid, implicada en un presunto delito de prevaricación y malversación por encargar unos informes por valor de 50.000 euros sobre el convenio para la celebración del Open de Tenis en Madrid, será la nueva jefa de gabinete de la Secretaria de Estado de Igualdad mientras que su compañero Sánchez Mato, implicado en el mismo asunto delictivo y Serra, serán asesores.
En eso se ha convertido el partido que venía a regenerar la política española. El partido que iba a levantar todas las alfombras, acabar con los privilegios de los políticos, poner fin a las puertas giratorias y a la corrupción política. La propia ministra Irene Montero apuntaba hace muy poco que «colocar a los amigos en puestos de responsabilidad simplemente por eso, por ser amigos, puede ser algo legal pero no deja de ser corrupción política». Un cuento que parece ser que se le ha olvidado a la Montero, al colocar hoy a sus compañeros de partido y amigos de la facultad, a pesar de sus historiales delictivos, en puestos de responsabilidad.
