LA COSA ESTÁ MUY NEGRA

El "DelcyGate" pone de relieve el deterioro de las instituciones Españolas

Corrupción en los mandos de seguridad, secretismo, chantaje, coacciones, digno de una república bananera o de un país del tercer mundo.

Desde el aterrizaje en Adolfo Suárez Madrid Barajas, de un vuelo procedente de Venezuela con su Vicepresidenta y Ministra del Poder Popular de Economía y Finanzas, Delcy Rodríguez a bordo, se respira un ambiente muy tenso entre el personal de seguridad. Una situación que ha puesto de relieve el deterioro de las instituciones españolas, desde la llegada al poder del socialcomunismo.

Hasta el día de hoy nadie ha podido explicar cómo la mano derecha de Nicolás Maduro, con prohibición de pisar suelo comunitario, pudo llegar a España y reunirse con el ya exministro Ábalos. A pesar del fuerte dispositivo de seguridad, del sistema de vigilancia por cámara muy avanzado del aeropuerto, nadie parece haber captado sus movimientos. 

En un primer instante, concretamente el 23 de Enero, Ábalos negó de manera rotunda haberse reunido con la líder chavista. Declaró que acudió al aeropuerto ese día para recoger a su amigo Félix Plasencia, el ministro venezolano de Turismo. Al día siguiente cambió de versión asegurando que vio a Delcy porque su amigo ministro lo pidió que saludara a su vicepresidenta «dentro del avión». En una tercera versión en televisión, reconoció que tuvo «una reunión de 20-25 minutos» con la mandataria venezolana pero que ella «no pisó suelo español». Un cúmulo de mentiras que fueron respaldadas por el gobierno.

En el aeropuerto nadie sabe nada y nadie vio nada. Ni la guardia civil, ni la policía nacional, pueden hablar del tema. Las cámaras de vigilancia tampoco vieron nada o las imágenes se han esfumado. Los pocos agentes de seguridad privada que se han atrevido a contar la verdad, están pasando por un autentico calvario. O son desacreditados o directamente les abren expedientes disciplinarios. Algunos han sido despedidos o suspendidos de empleo y sueldo simplemente por contar la verdad.

El caso Delcy Rodríguez ya es para algunos, uno de los mayores casos de corrupción que se recuerdan en un aeropuerto español. La supuesta implicación de los mandos de seguridad, hace que sea prácticamente imposible conocer la verdad. Una situación que deja el país en una posición preocupante, como nunca se había visto antes. Es absolutamente impensable que en una nación como España, un gobierno sea capaz de articular un entramado digno de un país del tercer mundo, que consiste en silenciar, coaccionar, chantajear a los que con buen criterio y por profesionalidad, quieren que se sepa verdad