El consumidor además de asumir los altos precios de la energía, tendrá también que hacer frente a la subida histórica de prácticamente todos los productos básicos y de primeras necesidades. Se han disparado los precios de casi todos los productos del sector primario: Pan, leche, verduras, frutas, carnes, pescados..

Una subida que los expertos achacan a los altos precios de la energía. Al sector primario le cuesta más criar, recolectar, pescar… Una situación que repercute directamente en el bolsillo del consumidor. Los transportistas, fundamentales para que los productos lleguen a los supermercados y en nuestras mesas, también son unos de los más perjudicados por la subida de los combustibles. La preocupación es máxima, sobre todo por la cercanía de la fiestas de navidad y de fin de año.