El Gobierno austríaco va camino de convertirse en todo un referente en improvisaciones y en tomar medidas hasta ahora prácticamente impensables en un país democrático, para supuestamente luchar contra el coronavirus. Si apenas hace unos pocos meses nos hubieran dicho que habría campos de concentración para los casos de COVID-19, jamás lo hubiéramos creído. Australia se ha sacado de la manga, crear un «Campo de Cuarentena» para los casos y contactos positivos de coronavirus.
Varios territorios del norte del país han sido habilitados por el Ejecutivo austríaco, para que en ellos sean trasladados por el ejército, cualquier ciudadano que haya estado en contacto con un positivo. Una polémica medida que muchos austríacos tachan de «totalitaria» y han anunciando protestas en todo el país.
Tras fracasar una de las muy polémicas medidas del Gobierno de Australia que consistía en confinar solamente a los no vacunados, su primer ministro Scott Morrison, ha asegurado que seguirán tomando las medidas que hagan falta para intentar parar el avance del virus. «la mayoría de la gente apoya estas medidas de salud que en realidad han ayudado a millones de personas a no contraer el COVID-19», ha defendido. Australia está reportando 1292 nuevos contagios cada día y ya acumula 199.651 contagios y 1948 muertes relacionadas con el coronavirus en el país desde que comenzó la pandemia.
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