LA COSA ESTÁ MUY NEGRA

El terror sufrido en la Cataluña presidida por Companys

La terrible represión sufrida y que la izquierda pretende reescribir

De la terrible represión que se vivió en Tarragona, hace ahora 85 años, en la retaguardia del Front Popular de la Cataluña presidida por Lluís Companys, casi nada saben hoy los ciudadanos en general, pues sobre el asunto, desde hace más de cuatro décadas, se suele correr un tupido velo de silencio. En este sentido, resulta ofensivo comprobar como con una gran aquiescencia, sobre todo, al albur de la nefasta Ley de Memoria Histórica de Zapatero (2007) que ahora, en una nueva vuelta de tuerca, con el anteproyecto de la Ley de Memoria Democrática, quieren tipificar como delito todas aquellas opiniones que se oponen a la verdad oficial, para evitar que así se conozcan determinados hechos históricos.

Pretende reescribir la historia, e imponer por parte de izquierdistas, separatistas y muchos progres y antifranquistas sobrevenidos, un determinado relato marcado por la propaganda, la parcialidad y el sectarismo, donde desde su presunta superioridad moral piensan que son sólo ellos los legitimados para decidir lo que se puede y lo que no se puede contar. 

Pretende reescribir la historia, e imponer por parte de izquierdistas, separatistas y muchos progres y antifranquistas sobrevenidos, un determinado relato marcado por la propaganda, la parcialidad y el sectarismo, donde desde su presunta superioridad moral piensan que son sólo ellos los legitimados para decidir lo que se puede y lo que no se puede contar. Para ellos, los republicanos del Frente Popular son «los buenos» y los franquistas «los malos muy malos», Y así, en el caso de Cataluña, mientras no se para de repetir lo terrible que fue la represión franquista se oculta sistemáticamente la terrible represión producida por parte del Front Popular. Según Paul Preston (historiador poco sospechoso de ser profranquista) las personas asesinadas en la retaguardia de Cataluña fueron 8.352, más del doble de las producidas por la posterior represión franquista.

Solo en la comarca del Tarragonés, en los primeros meses de la guerra civil, fueron asesinadas 334 personas y en nuestra ciudad, entre los milicianos que más se distinguieron en esta violenta y cruel represión se encuentran, el celebre Josep Recasens Oliva (a) “El Sec de la Matinada” y sus “compinches” los patrulleros Gabriel Fresquet, Manuel Balabasquer, Manuel García Cremades y Germán García Sancha (a) “Madriles”. Así como los también celebres “germans Barres” (los cuatro hermanos Ferré Pla), todos ellos milicianos anarquistas de las Joventuts Llibertaries o de la CNT-FAI. Hay que decir que entre julio de 1936 y mayo de 1937 el poder real en la mayoría de poblaciones de Cataluña, con el beneplácito de la Generalitat, estuvo en manos de desalmados que formaban parte de las llamadas patrullas de control, de las que formaron parte no sólo los anarco-sindicalistas, sino en mayor o en menor medida todas lar organizaciones del Front Popular (CNT, FAI, POUM, PSOE, UGT, PSUC, ERC y Estat Catalá).

El citado Josep Recasens (El Sec de la Matinada), que era uno de los cabecillas de las Juventudes Libertarias en Tarragona, y de cuya crueldad sin límites ya nos hemos ocupado en otro artículo, encabezó en nuestra ciudad diversas “sacas” (asesinatos colectivos). Pues bien, la noche del 11 de noviembre de 1936 Recasens se personó, con varios de sus camaradas, ante el que hacía funciones de «comandante» (así se hacían llamar) del barco-prisión Río Segre anclado en el puerto de Tarragona, que ese día era el también anarquista Joan Ballesta de la CNT (se turnaba en el mando del barco con Estanislao Lavilla de la JSU- UGT), con una lista en la mano, se dirigieron a la puerta de la bodega de proa y empezaron a leer nombres, y como muchos no contestaban (al parecer en la lista había muchos errores), entonces señalándolos con el dedo y abriéndose paso a puntapiés, fueron preguntando por la profesión que tenían los presos.

-Tú, ¿qué eres?.

– Sacerdote.

-¡Pues, arriba!

– ¿Y tú? .

-Religioso.

– ¡ Arriba también!… y los iban separando así del grupo. Según contó el hermano de La Salle Joaquín Donato se produjeron esa noche algunas anécdotas muy reveladoras, que confirman que iban ante todo a por los clérigos. En la puerta de una de las bodegas donde estaba preso el periodista Timoteo Zanuy (redactor-jefe del diario católico “La Cruz”), cuenta que los milicianos gritaron:

– ¿Está aquí Miguel Saludes Ciuret? . Y como no, contestó nadie, se fueron de allí. Se trataba del párroco de Borges del Camp y adscrito también a la parroquia de Riudoms, a quien encontraron después en la otra bodega. Uno de los presos era Vicente Lozcos Pardo, médico titular de Horta de Sant Joan, quien al ser preguntado respondió diciendo su profesión, pero los milicianos no lo creyeron y lo tomaron por un religioso que los estaba intentando engañar y así pasó también a formar parte del aciago grupo. Cuando se encontraban ya todos en el puente del barco, antes de bajar del barco, algunos de los religiosos empezaron a rezar un salmo según un testigo, el “Miserere”.

Una vez en tierra, a las 24 personas que integraron ese día la fatídica “saca” (dieciséis eran clérigos) , los maniataron por la espalda y entre insultos y empujones los subieron en un ómnibus confiscado, conduciéndolos luego hasta las tapias del cementerio de Torredembarra., donde fueron todos fusilados, siendo luego enterrados allí mismo en una fosa común. Las 24 personas vilmente asesinadas fueron las siguientes: Miguel Saludes Ciuret, Bonavetura Toldrà Rodón, Eusebio Sentís, Vicente Lozcos Pardo, Julio Alameda Camarero, Lluís Domingo Oliva, Isidro Cosme, Antonio Pujol Ferré, Josep Alberich Lluch, Baldomero Vaqué, Santiago Vilanova, Edilberto Martí, Inocencio Centelles, Pablo Aguiló, Miguel Freixas, Elipio Arce Fernández, José Boschdemont Mitjavila, Josep Bru Ralduà, José Domingo, Juan Roig, Federico Vila Bartolí, Mariano Navarro Blasco, Joan Roca Vilardell, Damián Rodríguez Pablos y Pedro Eriz Eguiluz.

También formaba parte de aquella aciaga lista, Juan Mercadé Mercadé, pero cuando pronunciaron su nombre, con una gran decisión y no falto de suerte, al salir de la bodega corrió y pudo esconderse en la próxima y oscura carbonera del buque. Aunque varios milicianos lo buscaron, al no encontrarlo, finalmente desistieron. Se salvó así, según él mismo relató, de una muerte segura.

Decir que “sacas” similares habían salido ya del Rio Segre durante el mes de agosto; la primera gran saca se produjo el 9 de agosto, donde se escogen a doce vecinos de Tarragona para asesinarlos en tierra firme. Luego se producirán otras los días 15, 25 y 28 de agosto (con un total, según el historiador y religioso Antonio Montero Moreno, de 60 fusilados). Las últimas sacas importantes, que salieron del “Rio Segre”, tuvieron lugar el 10 de octubre y la que nos ocupa hoy, la del 11 de noviembre, que sería la última gran saca que salió de este buque prisión.

La gran mayoría de las personas asesinadas, en estas sacas, fueron encontradas en fosas comunes en las proximidades de algunas playas de la ciudad (en las inmediaciones de la Playa Larga fue encontrada en marzo de 1939 una fosa con 18 cadáveres) y sobre todo en el cementerio de Torredembarra donde fueron encontrados, después de la guerra, los restos de 53 personas asesinadas, A partir de febrero de 1941, el fiscal instructor de la Causa General en Tarragona (Luís Solano Acosta) inició el procedimiento para la exhumación e identificación de los cadáveres enterrados en las fosas comunes dentro y fuera del cementerio de Torredembarra.

Hoy he querido rememorar lo sucedido ese trágico 11 de noviembre de 1936 en Tarragona (en realidad uno más, de los muchos, vividos ese infausto año). También se cumple este mes el 85 aniversario de las matanzas de Paracuellos, la mayor masacre producida durante la guerra civil. Seguramente muy pocos recordarán a estas víctimas inocentes, pero como dijo el gran filósofo y ensayista español Jorge R. de Santayana, “quienes olvidan su pasado están condenados a repetirlo”.

Salvador Caamaño Morado (Diplomado en Relaciones Laborales, Ex-dirigente del PSUC, PCC y CC.OO. en Tarragona. Presidente Provincial de SCC en Tarragona).