El Ejecutivo polaco ha puesto en marcha un plan de choque, para proteger «los presupuestos domésticos», de sus ciudadanos ante la evidencia de que los precios seguirán subiendo. Su Primer Ministro Mateusz Morawiecki, ha asegurado que «el escudo antiinflacionista», diseñado por su equipo, tiene como objetivo principal, establecer una serie de «medidas fiscales y ayudas a las rentas bajas», para lidiar con el impacto de la inflación.
Una de estas medidas será por ejemplo, reducir a cero el tipo de IVA de los alimentos básicos. «Es muy probable que reduzcamos el IVA de los alimentos básicos a cero a partir de febrero durante seis meses y aplicaremos un paquete de blindaje a la inflación independientemente de la respuesta de la Comisión Europea», ha defendido Morawiecki.
Dzięki działaniom osłonowym rządu, obniżce podatków i Tarczy Antyinflacyjnej polskie rodziny będą chronione przed skokowym wzrostem cen energii. 🇵🇱🛡⚡️📉 pic.twitter.com/63NLxUvA5K
— Mateusz Morawiecki (@MorawieckiM) December 20, 2021
#TarczaAntyinflacyjna to łącznie do 10 mld zł oszczędności❗️ pic.twitter.com/0Nl7h8GxWh
— Kancelaria Premiera (@PremierRP) November 25, 2021
Los hogares verán reducido a 0 el impuesto especial y los demás usuarios de electricidad abonaran un tipo reducido de impuesto especial. El IVA del gas se reducirá del 23% al 8% a partir de enero y hasta el mes de marzo. El impuesto sobre el valor añadido de la electricidad en los tres primeros meses del año 2022 bajará también del 23% al 5%. Más de 5 millones de hogares con rentas bajas tendrán una asignación compensatoria para el coste de la vida que se abonará en «dos plazos» en 2022 ha afirmado el Primer Ministro polaco.
El Gobierno polaco, uno de los más atacados por la Union Europea junto a Hungría, por su carácter conservador, vuelve a dar una lección a países como el nuestro, sobre qué medidas deben tomar para proteger a las familias más necesitadas en estos tiempos tan difíciles. Mientras en España, con un gobierno socialcomunista, suben los impuestos a la clase trabajadora y, las ayudas no acaban de llegar a los ciudadanos, el ejecutivo polaco, tachado de «extrema derecha», coge el toro por los cuernos, con medidas reales y efectivas, para no dejar a nadie atrás.
