Las normas a veces sin sentido para luchar contra el coronavirus, han acabado con la vida de un recién nacido en un hospital de la ciudad de Xi’an en China. La mujer llegó al centro hospitalario sangrando y a punto de parir. Pero por tener un test de antígenos covid caducado, los funcionarios del hospital le negaron el acceso y la atención.

Tras un largo tiempo de espera cargado de discusiones y mucha tensión entre el personal sanitario y los familiares de la mujer, por fin encontraron una solución para que fuera atendida. Sin embargo, ya era demasiado tarde, no hubo manera de salvar la vida del pequeño. Los hechos ocurrieron el pasado 1 de enero en la provincia de Shaanxi, una de las regiones más afectadas en la actualidad, por el Covid-19.