La elección de Abascal para que nuestro partido sea representado en los comicios autonómicos del próximo 13 de febrero en Castilla y León por Juan Gallardo, parece que va por el camino de «dificultar» o «impedir», un posterior pacto de gobierno PP/VOX si las dos formaciones llegaran a alcanzar la mayoría absoluta. Creo que el joven Juan García Gallardo, de apenas 30 veranos, letrado burgalés, con escasa experiencia en el complicado mundo de la política, no era para nada consciente de lo que le esperaba a nivel mediático, una vez hecho público su nombramiento. Las cloacas bien financiadas del pseudo periodismo español, no han tardado en buscar canas en su joven barba.
Muy dedicado a la hípica, su mayor afición y a su trabajo, Gallardo ha sido hasta ahora un simple militante de base, sin ningún tipo de cargo en el partido y afiliado desde el pasado mes de junio. El amor hacía su tierra y hacía España en general, le ha llevado a apartar su brillante y prometedora carrera en el bufete de abogados de los Ruiz-Mateos, para decir «SÍ QUIERO» a la propuesta de VOX para defender los intereses de los castellanoleoneses. Una tarea que por lo visto, leído y escuchado en los últimos días, no será para nada fácil.
En el 2011, cuando García Gallardo tenía apenas 20 años y totalmente fuera de cualquier actividad relacionada con la política, escribió una serie de comentarios en la conocida red social Twitter que están siendo utilizados por la izquierda en bloque, con el fin de desacreditar su candidatura. Periodistas y otras figuras públicas, han utilizado estos inocentes comentarios para calificar al burgalés de «machista, xenófobo, racista…». Algunos han ido directamente hasta la puerta del PP, posible próximo compañero de viaje de VOX en la Junta de Castilla y León, según todas las encuestas. La izquierda política española, con su superioridad moral, ha salido como un huracán a pedir a los de Casado, que «prometan una línea roja», a Juan Gallardo
Acostumbrados a la sumisión de la derechita cobarde, «el avispado progre», con toda la desfachatez del mundo, ha llegado incluso a pedir a VOX que cambie de candidato. Sin embargo, nuestros líderes no han dudado en mostrar su apoyo incondicional a su joven apuesta con un «ladran, luego cabalgamos». Resulta curioso que los mismos que llevaron a Pablo Iglesias hasta la vicepresidencia del gobierno a pesar de haber afirmado que «azotaría a Mariló Montero hasta sangrar» y que mantienen en sus filas, a pateadores de policías, a delincuentes condenados…sean los que hoy pretenden dar lecciones a VOX. En mi opinión, sustituir a García Gallardo, sería un error garrafal y celebro saber que en mi partido, nunca se ha planteado.
