LA COSA ESTÁ MUY NEGRA

Franco no condicionó mi vida, ETA sí

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Familiares de Franco llevando sus restos durante su Exhumación del Valle de los Caídos (imagen BBC)

Uno no elige dónde nacer y en mi caso me tocó nacer en el seno de una familia con gran tradición dentro de la Guardia Civil, bisabuelo, abuelo , padre… Guardias Civiles que imprimen carácter. Recuerdo los primeros años de mi vida en la costa, con tranquilidad y viviendo en un cuartel donde todos los niños jugábamos en el patio sin preocupaciones.

Todo eso cambió cuando decidimos venirnos a Madrid ya que teníamos familia viviendo en la capital y mi padre había solicitado un curso para especializarse en algo que en aquel momento yo no entendía muy bien de que se trataba. Sólo sabía que iba a estar cerca de mis abuelos, primos y tíos. Para mí, eso era suficiente. Cuando llegamos a Madrid, como he dicho, TODO cambió. En casa, se nos empezaron a dar una serie de instrucciones y aunque éramos pequeños, sabíamos por las formas que nos lo decían tanto mi pare como mi madre, que aquello era importante.

No se podía decir en qué trabajaba papa y si preguntaban en el colegio, mis hermanos hermano y yo, respondimos con lo primero que nos venía a la cabeza: cartero, limpiacristales, funcionario… Hasta que desde el colegio llamaron a casa a pedir explicaciones de porqué mentíamos. Tampoco teníamos el mismo recorrido para ir al colegio todos los días y mi papa ya no estaba en casa, vivía en Navarra porque se había convertido en TEDAX, la primera promoción de valientes que tenía que desactivar bombas sin medios y, luchaba contra ETA. Pero aunque yo empezaba a entender que en casa teníamos un súper héroe, me moría de ganas de contarlo a mis amigos, pero supimos mantenerlo en secreto porque nuestra supervivencia dependía de ello.

Se nos enseñó a mirar los bajos del coche, a potenciar la memoria fotográfica y ser capaces de pararnos en un escaparate viendo que personas teníamos detrás o en la acera de enfrente. Teniamos totalmente prohibido cualquier objeto del suelo, un simple boli podía ser causa de perder un dedo o una mano. La correspondencia tampoco se recogía. Al día de hoy, sigo sin hacerlo. Lo interiorice tanto que ya se ha quedado como algo que forma parte de mí.

Había días que mi padre aparecía de madrugada en casa, más tarde me enteraría que era debido a que habían levantado un zulo y aparecían los nombres de sus hijos y más datos como el centro escolar y la ruta que hacían. Afortunadamente, aquellos años pasaron y pudimos recuperar un poco de nuestra libertad, muchos perdieron la vida por ello y en manos de los mismos que hoy están en el Congreso. Que ETA no ponga bombas no significa que haya desaparecido. Es más, si fuera necesario lo volverían a hacer.

los miembros de BILDU, con escaños en la cámara baja, son sus herederos y cada vez que sacan a pasear a FRANCO para inculcar miedo yo digo, nací el año en que Franco murió ese hombre NO condicionó mi vida pero ETA/BILDU Sí. Por eso he decidido escribir este texto para que lo que ocurrió se quede en el olvido y para que las nuevas generaciones sean capaces de entender que hoy hay en el Congreso, socios de gobierno, que tienen las manos manchadas de sangre y que hubo mucha gente que se sacrificó por ESPAÑA y lucho para que hoy la gente pueda circular libremente sin miedo a decir en que trabajan o cuáles son sus filiaciones.

POR ATENEA