Un presuntuoso zascandil que no pierde ocasión para denigrar a España y sus instituciones en sus impostadas comparecencias, que se ha convertido en una parodia de sí mismo, un esperpento folclórico lamentable, una marioneta falaz, la china en el zapato de las negociaciones entre el gobierno de España y los chantajistas de la Esquerra, cuyos votos necesita Sánchez.
Pues este despeinado sujeto no quiere quedar excluido de la mesa donde unos sediciosos trileros pretenden repartirse el botín de España. Un trovador de la mentira que tuvo el execrable honor de ser Presidente de una efímera República Catalana, pues entre la proclamación y la suspensión temporal, sólo pasaron unos segundos, el “Molt honorable” se convirtió en prófugo de la justicia española, huyó abandonando a sus compinches.
Creando una red clientelar (ANC- Omniun Cultural) para construir “El Procés”, subvencionando medios de comunicación y controlando la abominable TV3, financiando estructuras de estado, usando la lengua y la educación como armas políticas y el adoctrinamiento en las aulas, manipulando la historia y denigrando a España. El dirigente que condenó a su región, que no nación a navegar por aguas procelosas del golpismo, sedición y malversación de caudales públicos, siendo el principal responsable.
El demiurgo de una concatenación de despropósitos y utopías que ha conducido a Cataluña a la decadencia económica y a la fractura social y cultural. Más de 4,000 empresas se han ido de estas tierras por la inestabilidad política y unos impuestos confiscatorios para uso, disfrute y despilfarro de una clase dirigente amoral.
La última fechoría de éste indecente personaje, fue la mascarada repugnante que montó a su salida del tribunal de Cerdeña con toda su tropa de paniaguados y lacayos al servicio del sujeto. Se permitió descalificar a la justicia española, presentándose como víctima inocente, un perseguido por sus ideas políticas, cuando en realidad es un truhán que no respeta las leyes que lo hicieron Presidente.
Un golpista manipulador y cobarde, intoxica y se mueve con soltura en el laberinto jurídico que sus abogados le han preparado para eternizar su proceso de extradición, todo ello agravado por el Gobierno traidor de Sánchez, que utiliza la abogacía del Estado para sus intereses personales, generalmente contra la justicia y los intereses de España.
Antonio Morales Sánchez, emprendedor y cinéfilo.